domingo, 25 de julio de 2010

A guardare il mare


Hace un año que nuestra vida dio un giro inesperado. Cuando miramos atrás aún sentimos escalofríos y aunque hemos avanzado mucho todavía no podemos cantar victoria, y además se nos metió dentro un temor que no nos sacaremos en mucho tiempo. Pero para eso estamos, fuimos elegidos para esta dura prueba desde el momento en que nos concedieron el regalo más maravilloso del mundo, y la superaremos, los tres juntos.

El miércoles pasado, justo el día de tan agridulce aniversario, E.M. me enviaba la imagen con la que acompaño este texto, y el siguiente poema:

E ti soffermi a guardare il mare
Seduto calmo sulla fredda sabbia
Quando un’onda, di ugual fattura,
Ma più bella delle altre, ti colpisce,
Non puoi che seguire il corso
Della sua breve e intensa vita.
E non riesci a sorprenderti
Della sua triste fine, infranta
Ma riesce ad affascinarti, sempre.
Così ti affascina il dolce amore
E così si infrange inevitabilmente
Ma prima o poi, a guardare il mare
Ci torni sempre…

Gracias, por recordar, por apoyarnos, por vuestro cariño y por vuestro tiempo.
Todo se hace más fácil a vuestro lado, aunque algunos estéis lejos siempre estáis ahí.