Bildu es la vergüenza, el odio y la ignorancia. Bildu entra en escena porque el resto nos hemos encogido de brazos y ahora los lacayos de ETA aparecen como setas en ayuntamientos y plazas, henchidos y legitimados por la maquinaria oxidada de ZP.
Estos últimos días han subido a la palestra esos hombres y mujeres abertzales que hablan de independentzia y de que el gobierno "del Estado Español" debe sentarse a negociar con ETA, ni siquiera al revés. Muchos terroristas en paro por la falta de recursos se convierten ahora en políticos, gobernando y dirigiendo la vida de muchos ciudadanos vascos, que les han votado, o no.
No condenan. Y cuando toca el turno de palabra de los partidos democráticos les dan ostentosamente la espalda.
Obviamente ése es un gran problema, que concejales amenazados tengan que compartir atrio con quienes les han coaccionado, delatado, insultado todos estos años.
Pero pensándolo fríamente, esa gente siempre ha estado ahí, no se han movido, si acaso ahora los tenemos un poco más en la sopa, boba por otro lado.
El Problema con mayúscula es el que tienen las personas que les han votado y que por lo visto no se limita a las madres y hermanas de los presos.
De un tiempo a esta parte, se decía que el polvorín ya no era tal, que los ciudadanos de a pie estaban más que hartos de los violentos y de las gamberradas de sus cachorros, y que el conflicto vasco se reducía a unos pocos pueblerinos con estrechez de miras.
Ahora resulta que estos pueblerinos son muchos y que con su voto han dado el espaldarazo final a la ETA política, y que tú, yo, todos les estamos pagando el sueldo a estos quemacajeros reconvertidos en voceros de la sinrazón.
¿Por qué estas cosas sólo suceden aquí?
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