miércoles, 2 de junio de 2010
La historia nos habla
Hoy quiero compartir con vosotros un e-mail que me ha llegado al buzón privado. Como el autor no lo desea, no incluiré su nombre ni su nick, pero sí me ha dado permiso para publicarlo y creo que merece la pena, aporta muchos datos históricos e invita a la reflexión en estos días tan revueltos. Eso sí, la foto la pongo yo.
Aquí va:
"He leido tu "cronista"... Me preguntaba.. que seguro que sí lo sabes... pero parece que no interesa recordar nunca a nadie en este país que no fueron los católicos los primeros en expulsar a los judíos de España... porque vale más cargar contra el "católico" que está muy de moda y pone cachondos a otros cuantos (gente del cine, por ejemplo).
La primera gran expulsión de los judíos españoles, no la promulgaron los Reyes Católicos en el s.XV, sino los propios musulmanes en el sXI. Pero no los Omeyas con los que Al andalus (la España musulmana) alcanzó su mayor extensión; sino por los radicales que derrocaron a los Omeyas y que provenían de las tribus más sanguinarias del norte de África (entre ellos bereberes) y mercenarios pagados que despreciaban a los musulmanes que reinaban en España porque decían.... "relajaron sus costumbres religiosas" ¡¡¡ Cómo se podía consentir que Wallada, una princesa musulmana, poetisa, tuviera reuniones de literatos y artistas... y de cuando en cuando... se los "pasara por la piedra" e incluso los hombres pelearan por ella. ¡Libertad sexual a una mujer!!! Y ¡cómo que el califa se promulgó como tal a sí mismo y se independizó no solo de Bagda sino de la propia Meca! y blablabla. Los que llegaron eran salvajes, muy agresivos, y tan radicales que destruyeron ciudades como la Medina Azahara de Córdoba porque en todo ornamento veían "representación artística de Dios".. y un musulmán no pinta a Dios... tú sabes.
A los judíos de allí, y poco a poco a los de toda España, les obligaron a recitar que "Alá es el Dios único y Mohamed su profeta"... Palabras con las que uno se convierte en musulmán; obligándolos a renunciar al judaismo o esperar la muerte si se negaban y se quedaban en el país. Personajes tan relevantes para el mundo judío sefardita como Maimonides se marcharon entonces. Era apenas un niño.. tal vez por eso escribiría más tarde sobre la terrible impresión que le causó que los "nuevos gobernantes musulmanes" obligaran a su padre, famoso médico, juez, (erudito judío de mucho nombre en la ciudad de Córdoba) a presentarse en el alkazar y decir esas palabras terribles para un judío.
Si ya esto era peor que lo de antes, cuando estuvieron marcados como judíos; luciendo la estrella de David cosida a sus ropas (porque eso no fue un invento nazi. Hitler y compañía lo copiaron de los musulmanes cordobeses ¡fíjate que regalito dieron al mundo! ) Hablo del s.XI... y ni rastro de católicos todavía por esas tierras, sólo un puñado de oprimidos y pobres mendigos a los que el poder musulmán obligaba a vestir con harapos y llevar siempre una campana, cascabel o llamador para que, al llegar a plazas o mercados, los niños les sintieran llegar ¡¡¡ y escaparan corriendo porque se acercaba "el diablo"!!. Los mayores les arrojaban cáscaras de frutas y y restos de verduras a su paso que a veces era consuelo de las miserias que estos pasaban. A esos cristianos, obligados a vivir extramuros, no se les permitía tener cultivos (en tal caso les exigían impuesto y los dejaban sin nada).
Y claro... uno dice... sí, sí... las tres culturas convivían, no se mataban, sobrevivían, pero el que tenía el poder, tenía el poder. Y obligaba y exigía. Lo hicieron aquellos musulmanes, los católicos que llegaron más tarde, los "nosequeson" que nos gobiernan hoy, y lo hacen en Israel o Palestina, Estados Unidos o Irán... el que tiene poder, tiene poder. Que uno no es mejor que otro. Tendríamos que intentar ser más justos. Así llaman los judíos a su "especie de santos" ¿no? Estar en esa "lista de los justos"...qué dificil debe ser".
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