sábado, 19 de febrero de 2011

Okupados (en mirar a otro lado)


Hace unos días se comparó en este blog, no la autora sino un comentarista al que agradezco su aportación, a los "colonos" de Hebrón con okupas. Quise hacerle ver que entonces para él, cualquier inmigrante "asentado" en tierra ajena es un okupa, más allá de si está en Palestina o en Eibar, y que este tipo de pensamientos pueden ser xenófobos.
Su respuesta fue que no, que sólo eran okupas los "colonos" israelíes, por su actitud prepotente.

El caso es que el resultado de un pacto suscrito en 1997 fue que la Autoridad Palestina recuperaba el control de Hebrón pero cedía a Israel el 20% de la ciudad. Así que este 20% (que en realidad en habitantes es ínfimamente menos, puesto que son siete asentamientos judíos en la ciudad vieja con unas 600 personas frente a los 140.000 palestinos) debía ser netamente israelí, con lo que de "colonos" nada. El concepto para mí hubiera debido equivaler al de suelo diplomático, con gestión israelí completa en este % acordado; pero claro, no lo fue, y es que la legalidad y la territorialidad en Cisjordania siguen siendo conceptos difusos y utópicos, y que no asimilan ni unos ni otros si no es a base de leches.

En conclusión, denominar "colonos" u "okupas" a quien está viviendo en un suelo que oficialmente "no es de nadie, sino del viento", y cuyo arreglo jurídico es en base a una fórmula provisional de control al 60%-40% (60 Israel-40 Autoridad Palestina, gran marcador), es dar un espaldarazo a la causa palestina porque sí, porque en la tele los niños palestinos nos caen más simpáticos que los de los tirabuzones, y porque nos parece que es lo que toca en el mundo moderno, como estar en el Facebook o tener un iPhone.

Es curioso sin embargo, que causas similares más cercanas les pasen desapercibidas a ese mismo público, al que no culpo puesto que los medios y sobre todo los políticos también tienen mucho que ver. Porque el caso Gibraltar y cómo se están apropiando poco a poco de aguas (ésas sí) españolas, así, "al merme", que diría el bueno de Mota, es cuando menos escandaloso.
Son nuestros "okupas" particulares.
¿A que mola?

domingo, 13 de febrero de 2011

Egipto, derrocado el Faraón llegan los Mamelucos


El ambiente festivo en Egipto después de las últimas semanas de tensión y altercados es contagioso.
Mubarak se marcha por fin tras casi treinta años en el poder y aparentemente lo ha conseguido el pueblo, que ha hablado, y en su mayoría estaban hartos.
Pero la verdad es que son los países occidentales que juegan al Risk los que han amparado al Presidente hasta que decidieron pegarle el empujoncito, siguiendo no sé qué estratégico designio.

No creo que Mubarak sea peor ni mejor que cualquier otro, aunque imagino que tres décadas de absolutismo cansan hasta al más indolente.
Lo cierto es que Egipto era un país estable y que equilibraba el ambiente hostil de su frontera este, y que salvo algunos atentados sonados contra intereses turísticos, gozaba de buena reputación con unos y con otros.

Ahora que todos, los egipcios, muchos europeos, gran parte de los medios y hasta Ahmadineyad, se jactan de la marcha de Mubarak, yo me pregunto qué pasará mañana, cuando acaben los festejos y se pase la resaca.
Saber qué intereses ocultos han encendido la mecha del descontento popular ya no me importa, pero no dejo de preguntarme si lo que va a venir va a satisfacerlos a todos.
Los militares tienen ahora el mando, y eso como poco provoca escalofríos.

Veremos.

jueves, 10 de febrero de 2011

Trinidad y la turba de Hebrón


Si hay algo que me ha llamado la atención de Trinidad Jiménez son dos cosas, una que vivió un tiempo en Israel siendo la esposa de un diplomático, y la otra que tuvo dos intentos fallidos de acceder a la Carrera Diplomática.
Y me he interesado por su biografía a raíz de la "anécdota", como ella misma la ha calificado, de esta semana en Cisjordania, cuando visitaba la ciudad de Hebrón y un centenar de judíos la abuchearon y la llamaron nazi y anti-semita.

Trini, como la llaman sus amigos, se sintió "frustrada" por no poder responder a estos "insultos". Impotente (aunque esto se guardó de decirlo) ante tanto desconocimiento de esos colonos que además de ocupar un territorio que no es el suyo no se dan cuenta que el Gobierno actual de España es el que más "pedagogía" ha hecho por acabar con ciertos estereotipos judíos.
Entonces a la Ministra se le llena la boca hablando de la creación de la Casa Sefarad-Israel, que, para los que lo desconozcan, se trata de un consorcio creado en 2006 participado por el Ministerio de Asuntos Exteriores junto con otras tres entidades, y que fueron la AECI, Agencia Española de Cooperación Internacional, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid.

Eso sí, antes de acabar la rueda de prensa, le volvió a salir la raza y el salero, y añadió que de todos modos entiende que la mayoría de la opinión pública esté a favor de la causa palestina porque es la parte más débil, y eso me da que pensar que si no aprobó el examen de ingreso a Diplomática es por algo, y que por mucho que agite su melena rubia nunca pasará de ser eso: la digna sucesora de Moratinos.

La buena de Chavela Vargas dijo una vez que si los diplomáticos cantaran no habría guerras, yo digo que con diplomáticos como estos que Dios nos pille confesados.

martes, 8 de febrero de 2011

A mí dame pan y llámame tonto

Bueno, bueno, bueno, pero qué divertida que es la izquierda de este país (una la sigue llamando "izquierda", por llamarla de alguna manera). Nos adoctrinan cual cura de pueblo, creyendo que sus feligreses son medio tontos y hay que velar por ellos, a golpe de prohibición, imponiéndonos sus creencias sí o sí.

En Cataluña concretamente, uno no puede escolarizar a su hijo en el idioma que considere oportuno. Sólo es posible en catalán, con las miserables 2-3 horas de castellano a la semana.
Tampoco podemos montar una tienda y rotularla en castellano, aunque sea nuestro negocio, nuestro dinero y bien que se nos cobren nuestros buenos impuestos por ello.
No podemos ir a los toros, que deben oler a ajo como diría la Beckham, pero sí a los "correbous", con lo que creo que la excusa del maltrato animal no cuela. Curiosamente, en el País Vasco, que también tienen sus cosas, y del que tanto copia Cataluña, ni se les ocurriría prohibir la Fiesta Nacional. ¿Alguien ha ido alguna vez a Vista Alegre durante la Semana Grande de Bilbao? Menudo ambiente.
Y tampoco podemos ir a más de 80 en las autopistas de entrada a Barcelona, para limitar la contaminación pero azuzar nuestros nervios sorteando radares. No sé a vosotros pero a mí este cuento me suena a lo de las lacas y aerosoles que resulta que tuvieron la culpa del agujero de la capa de ozono.

Ya a nivel estatal, también se nos ha quitado el derecho como padres de enterarnos o siquiera opinar de un embarazo de una hija menor.
No podemos tener un móvil o un MP3 sin presuponernos unos piratas del Top Manta, o de defender a los israelíes sin ser tachado de pro-semita con la cadencia de un escupitajo.
Y por supuesto, ya no podemos fumar. Y se estuvo incluso barajando la posibilidad de extender la prohibición a Peñas y Sociedades gastronómicas, que son locales privados, ni siquiera ante el acuerdo de los socios. Imagino que el siguiente paso es colarse en nuestras casas y apagarnos el cigarrillo si es día impar o llueve.

Lo mejor sin embargo es ese desprecio que muestran ante aquellos que no son de su credo. Qué animadversión, qué "ansia viva", le tienen al bueno de Berlusconi. ¿Que el hombre es dado a las mujeres y a la buena vida? ¿Y? Ahora va a resultar que uno no va a poder hacer lo que le dé la gana de puertas para adentro, con su fortuna. La economía italiana, que sigue en el G8, remonta ya el vuelo y el paro no llega al 9%. A mí eso me basta.

Pero claro, a esta izquierda intervencionista no.